domingo 06 2025

Tragaluz de los sueños


Desbrozando las malas hierbas,

el aire hiere la piel

en la profundidad del bosque.

Un rayo atraviesa la tierra

abrasa áridos zarcillos,

 y arranca negras raíces 

de emociones cautivas.


Un pájaro noctámbulo

liba la savia y picotea el corazón:

pulso que no responde a motivos,

reconoce la huella de la herida.


Sobrevivo con asombro,

entre ese sol

que ni se oculta ni se alza,

abriendo los pétalos del amor.


El vientre tenaz renuncia al olvido,

el murmullo del mar bajo la luna

rompe las cadenas de la noche, 

mientras súbitas estrellas

vierten su color

hacia las rendijas abiertas

del tragaluz de los sueños. 


Charo, julio 2025



Foto: Jardín Botánico Atlántico,  Asturias. 

Refugio

Era tarde tardía, sol de verano negro,

el padre muy diligente cepillaba los zapatos;

celestes manos bailaban.

En sus ojos, vidrio acuoso

fluctuaba el abandono,

boca de gesto ceñido rezaba.

 

La madre entre bastidores,

labraba tierras de nada;

caléndulas en su regazo

manjares de la hojarasca.

Sentada en la silla baja,

zurcía versos en lienzos,

horadando con ternura sus secretos.

 

Una luz tenue calaba sombra pobre a la persiana,

en la pared, muy atenta, una virgen enmarcada

y las cuentas del rosario colgaban en el armario.

 

Refugio del desamparo;

los oídos en el limbo, la mirada plegada.

El cuerpo en sopor desparramado.


Piedad, julio 2025