sábado 15 2022

La ribera

 

Espero en la orilla, 

al filo de mi pequeño acantilado,

el viento arrastra el olor ocre 

de sus profundidades.

Entre las rocas se oyen ancestrales 

cánticos marinos,

de antiguos barcos atrapados 

por aladas sirenas.


El polvo del tiempo 

viste la memoria adormecida,

los húmedos aires despiertan

mi cuerpo letárgico.

Desde el borde, la brisa rasga las piedras, 

en rítmica melodía de sonidos que seducen

al inquieto océano.


La madrugada radiante

se embriaga de tenues colores,

las hortensias esparcen sus pétalos 

al beso del salitre,

furiosas algas se mecen aturdidas

por la blanca espuma.

Ms allá del horizonte las nubes bailan

al son del mar.


En el crepúsculo azul, 

la noche agita las dóciles mareas,

las olas nacen y pronto 

se derrumban en los sueños.

El corazón en cada latido llora 

lágrimas de esperanza,

el poniente aligera el instante,

le queda poco tiempo.

Las estrellas se vierten, tranquilas, 

brillantes, eternas.


Charo                                                                       enero 2022











jueves 13 2022

Madre

 

Y bendecida esconde su valor ante el clamor de sus dueños,

y se entrega alegre como colibrí a los brazos de un destino dado.

Y canta serena y serena llora,

pues a su dolor nadie se asoma.

Hilandera de vidas y de lágrimas secretas, 

compone su canción con hierro y piedra.


Reina en la casa, sube la noche, no dice nada,

ata el deseo, cose sus manos, no dice nada.

Y no le sale la risa ni la mirada alegre,

se las robaron de niña en terrenos secos. 

Rodeada de guadañas y de telas negras,

como Penélope, tejiendo sueños, espera

entre campos de amapolas y polvo de arena.


Piedad, enero 2022